"¿Te cambiarías a ti mismo por un artista de esos que salen todo el día en los medios y que no pueden poner un pie en la calle sin ser reconocidos y abordados por hordas de desconocidos?"
Esta misma pregunta me la hizo Xoel López hará cosa de un año, cuando estaba a punto de marcharse a hacer las américas y dejar atrás toda su trayectoria como Deluxe, redimirse, y comenzar una vida nueva como Xoel López, a secas.
En el momento realmente no sabía que contestar, y me ha costado un tiempo largo darme cuenta de éso que Xoel ya sabía hacía tiempo. Las personas que necesitan ese "éxito" es porque tienen algo vacío dentro de sí mismos, y esa misma vanidad les ayuda a parchear ese hueco. Para todos los demás, ser reconocidos por el 90% de la población española supone perder una necesidad fundamental -la intimidad, el anonimato- a cambio de un puñado de halagos y un realce del ego que generalmente no necesitamos.
La otra cosa que sí recibimos, sin embargo, tiene un cariz mucho más pragmático: el dinero. Lo cierto es, que siendo un artista de no tanta envergadura (de esos que no conoce la "masa" pero que "tienen su público fiel") es perfectamente posible ganar suficiente dinero como para sobrevivir con cierta comodidad: pagar el alquiler, tener la nevera llena, poder salir de copas de vez en cuando, comprarte una guitarra nueva por navidad y poder costearte unas vacaciones decentes una o incluso dos veces al año. Más allá de eso, ese abundante excedente de dinero que un artista de masas recibiría, cubre otros aspectos bastante menos necesarios para el ser intermedio. Y si para alguien es necesario tener el mejor coche, una casa enorme, y demás lujos, entonces volvemos a la teoría del vacío interior; vacío, que por otra parte, jamás logrará ser llenado por esos medios.
Por otra parte, existe otro tópico sobre el ser humano, que viene a ser bien cierto: tendemos a siempre querer más de lo que tenemos y por ello mismo, a no disfrutar de lo que poseemos en ese momento. El otro día, un buen amigo mío, me comentaba que su hija, nada más abrir los regalos de Navidad, apenas jugaba con ellos, y ya empezaba a pensar en los regalos de su cumpleaños. Como ella, muchos adultos tienen la vista siempre puesta más allá de lo que están haciendo, y ésto mismo les impide disfrutar del momento presente.
Conozco a muchas personas en mi entorno, que se dedican a lo mismo que yo, y que se sienten frustrados al no lograr ese éxito tan perseguido. Yo mismo he llegado a sentir eso en alguna ocasión, pero por fortuna creo que voy aprendiendo la lección. Hace ya casi ocho años, cuando Havalina comenzó a ser Havalina, Charlie, yo y los demás miembros soñábamos con poder publicar uno o más discos, tocar por ahí, dar a conocer nuestra música; jamás pensamos ni siquiera en vivir de ello, todos sabíamos que tendríamos que compaginarlo con otra actividad que sí estuviese remunerada; y sin embargo, ocho años después, nos hallamos dando giras de un lado a otro de la geografía española, teniendo varios discos en las tiendas, y dando a conocer nuestra música a un bastante numeroso público. Y no sólo eso, sino que además la otra actividad con la que lo compaginamos es la misma música, hecha con otros artistas y otras bandas, lo cual resulta tremendamente enriquecedor y nada rutinario.
Para mí, mi vida actual es un sueño hecho realidad con el paso de los años y del trabajo incondicional. Me he dado cuenta de que, si bien es cierto que uno siempre debe aspirar a mirar un poco más arriba, disfrutar del momento presente es lo más importante. Cada día que llego a mi casa y mis gatos vienen a saludarme y ronronean, o me encuentro con un chaval adolescente que está ensayando con su primer grupo y escucha a Havalina, o me tomo una copa de vino con mi chica en el sofá de casa, o me encuentro subido encima de un escenario, o me siento con mis padres a charlar sobre la vida, o miles de ejemplos más -a veces cotidianos, a veces grandiosos- me recuerdo a mí mismo lo feliz que soy y lo realizado que me siento: he aprendido que el verdadero éxito es el que uno quiere que sea.
Esta misma pregunta me la hizo Xoel López hará cosa de un año, cuando estaba a punto de marcharse a hacer las américas y dejar atrás toda su trayectoria como Deluxe, redimirse, y comenzar una vida nueva como Xoel López, a secas.
En el momento realmente no sabía que contestar, y me ha costado un tiempo largo darme cuenta de éso que Xoel ya sabía hacía tiempo. Las personas que necesitan ese "éxito" es porque tienen algo vacío dentro de sí mismos, y esa misma vanidad les ayuda a parchear ese hueco. Para todos los demás, ser reconocidos por el 90% de la población española supone perder una necesidad fundamental -la intimidad, el anonimato- a cambio de un puñado de halagos y un realce del ego que generalmente no necesitamos.
La otra cosa que sí recibimos, sin embargo, tiene un cariz mucho más pragmático: el dinero. Lo cierto es, que siendo un artista de no tanta envergadura (de esos que no conoce la "masa" pero que "tienen su público fiel") es perfectamente posible ganar suficiente dinero como para sobrevivir con cierta comodidad: pagar el alquiler, tener la nevera llena, poder salir de copas de vez en cuando, comprarte una guitarra nueva por navidad y poder costearte unas vacaciones decentes una o incluso dos veces al año. Más allá de eso, ese abundante excedente de dinero que un artista de masas recibiría, cubre otros aspectos bastante menos necesarios para el ser intermedio. Y si para alguien es necesario tener el mejor coche, una casa enorme, y demás lujos, entonces volvemos a la teoría del vacío interior; vacío, que por otra parte, jamás logrará ser llenado por esos medios.
Por otra parte, existe otro tópico sobre el ser humano, que viene a ser bien cierto: tendemos a siempre querer más de lo que tenemos y por ello mismo, a no disfrutar de lo que poseemos en ese momento. El otro día, un buen amigo mío, me comentaba que su hija, nada más abrir los regalos de Navidad, apenas jugaba con ellos, y ya empezaba a pensar en los regalos de su cumpleaños. Como ella, muchos adultos tienen la vista siempre puesta más allá de lo que están haciendo, y ésto mismo les impide disfrutar del momento presente.
Conozco a muchas personas en mi entorno, que se dedican a lo mismo que yo, y que se sienten frustrados al no lograr ese éxito tan perseguido. Yo mismo he llegado a sentir eso en alguna ocasión, pero por fortuna creo que voy aprendiendo la lección. Hace ya casi ocho años, cuando Havalina comenzó a ser Havalina, Charlie, yo y los demás miembros soñábamos con poder publicar uno o más discos, tocar por ahí, dar a conocer nuestra música; jamás pensamos ni siquiera en vivir de ello, todos sabíamos que tendríamos que compaginarlo con otra actividad que sí estuviese remunerada; y sin embargo, ocho años después, nos hallamos dando giras de un lado a otro de la geografía española, teniendo varios discos en las tiendas, y dando a conocer nuestra música a un bastante numeroso público. Y no sólo eso, sino que además la otra actividad con la que lo compaginamos es la misma música, hecha con otros artistas y otras bandas, lo cual resulta tremendamente enriquecedor y nada rutinario.
Para mí, mi vida actual es un sueño hecho realidad con el paso de los años y del trabajo incondicional. Me he dado cuenta de que, si bien es cierto que uno siempre debe aspirar a mirar un poco más arriba, disfrutar del momento presente es lo más importante. Cada día que llego a mi casa y mis gatos vienen a saludarme y ronronean, o me encuentro con un chaval adolescente que está ensayando con su primer grupo y escucha a Havalina, o me tomo una copa de vino con mi chica en el sofá de casa, o me encuentro subido encima de un escenario, o me siento con mis padres a charlar sobre la vida, o miles de ejemplos más -a veces cotidianos, a veces grandiosos- me recuerdo a mí mismo lo feliz que soy y lo realizado que me siento: he aprendido que el verdadero éxito es el que uno quiere que sea.
2 comentarios:
chapeau! y si te sirve de más, añade a otro (no tan) adolescente a la lista de los que le pasan havalina a sus compis de grupo.
tu generación crea escuela, y eso se va a notar en unos años.
hay ganas ya de nuevo material. mucho animo!
(y pasaos por sevilla y cádiz que me quede con las ganas tras lo del monkey week!)
Amén hermano! Tremendo concierto en Sevilla. Espero ponerme pronto en contacto con vosotros.... Huelva os espera!! Saludos
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