lunes, 25 de febrero de 2008

Concierto Sidecar

Por fín hemos visitado los havalinos Barcelona en una primera incursión de la que podemos estar más que satisfechos. Todo ha salido a pedir de boca, y lo hemos pasado realmente bien. Partimos el viernes a las 8am aproximadamente, y tras un viaje tranquilo, llegamos a la Sidecar a las 4 para la prueba. Primera alegría: la sala suena realmente bien. Después nos fuimos al hostal Ambos Mundos, a 20m de la sala, en la misma Plaza del Reial. Me hizo mucha gracia que en ese edificio vivía Jordi Labanda. ¡Todo un símbolo de la cultura Barcelonesa de los ultimos años! Recuerdo sus tiras en la extinta publicación "Abarna"! Me recuerda cuando llegué a Madrid en 1999, y mi primer viaje a la Ciudad Condal. Segunda alegría, teníamos balcones a la plaza. Pasar allí la tarde y la mañana siguiente fue un lujazo.



El concierto lo dábamos con Ovni, otro grupo de Todoazul que aún están moviendo su segundo disco, "Aterrizaje", para el sello Rockon!. Ya habíamos actuado juntos en Wurlitzer en Madrid cuando iniciaron su gira nacional, y esta vez, como estupendos anfitriones que fueron, nos abrieron ellos a nosotros el concierto, dejándonos la sala bien caliente, con un público dispuesto a seguir disfrutando de la noche. La actuación de Ovni nos encantó. Tienen verdaderos temazos, muy efectivos, y se nota que viven lo que hacen. Para mi gusto, fue impecable, excepto por un problema de afinación en los últimos dos temas, pero nada grave. ¡Increíbles pantalones dorados de Mati con su bombo iluminado!Luego nos tocó a nosotros, y yo personalmente, reconozco que estaba algo más agitado de lo normal por tocar por primera vez en Barcelona. Salimos a darlo todo, a meter toda la caña del mundo, pero sin descuidar la interpretación. En general estuvo muy bien, aunque no nos escuchábamos mucho la voz en monitores y algún tema nos costó un poco. Terminamos por todo lo alto con Tus Huesos, y el público pidió más. Esta vez estaba claro, había que salir a por un bis. Tocamos "I Wanna Be Your Dog", otro clásico de nuestras noches, que fue especialmente efectivo esta vezm con un público que no está acostumbrado a nosotros. Hacia el final de la canción, Mati y Pere se subieron con nosotros improvisadamente a berrear a coro el estribillo. Fue genial terminar el concierto así, nos hizo mucha ilusión el gesto.
Algo que no nos hizo tanta gracia esque los de la sala nos obligaron a recoger nada más terminar. Ni relajarnos un ratito pudimos, y nos lo pidieron de una manera bastante intransigente. Supongo que por lo que se llena la sala, es necesario hacerlo así, es algo perfectamente comprensible, pero las maneras, dejaron muy mucho que desear. En fin... Llevamos las pocas cosas que habíamos traído al hostal, y volvimos al garito para continuar la noche. Aquello estaba hasta los topes ya, pero a pesar de todo pudimos encontrar un hueco donde atrincherarnos con Miguel, nuesto querido manager, que por cierto, demostró ser todo un capo en lo que hace. Sobre las 3 de la mañana, encendimos las velas del brazo de gitano que le habíamos comprado a Manu sin que lo supiera, para celebrar su vigésimo sexto cumpleaños, y la cara que puso no tiene precio. Nos pusimos pringados de crema de chocolate, porque aquello estaba ya algo recalentado de llevarlo encima escondido, pero supo a gloria a esas horas. Entre conversaciones animadas la noche siguió su transcurso muy agradablemente, y al día siguiente, volvimos a la carretera, a casa. Nos hubiéramos quedado en Barcelona lo que quedaba del fin de semana, hacía un tiempo genial y la ciudad estaba preciosa. ¡Volveremos pronto! Gracias a Ovni, a Todoazul, y a la gente que estuvo en el concierto. Fue un verdadero placer.

Videoclip de "Noches sin Dormir"

Ya tenemos listo el videoclip de "Noches Sin Dormir". Lo presentamos el pasado jueves en la sala Costello en el Showcase para medios, y ya lo hemos subido a la red, tanto a Myspacetv, donde tiene algo más de calidad, como a Youtube. Eibol Producciones han hecho un trabajo excepcional, ha sido un placer trabajar con ellos. ¡Seguro que volvemos a hacer algo juntos!
Que lo disfrutéis.

Havalina - Noches sin dormir (videoclip)

domingo, 17 de febrero de 2008

Las canciones "redondas": la verdad absoluta de los críticos musicales

Hace varios años descubrí a Stephen Malkmus, gracias al segundo de sus álbumes en solitario hasta la fecha:



Desde el primer acorde, supe que éste iba a a a ser uno de los grandes discos de mi vida. Y así ha sido, puesto que desde entonces, allá por el año 2002, no he dejado de escucharlo al menos una vez al mes. Se lo he pasado a varios músicos amigos míos, lo he puesto en las furgonetas de todas las giras en las que he estado presente, y es un disco que nunca dejaré de recomendar a cualquiera que se me acerque.

A pesar de considerarse dentro de la serie de álbumes en solitario de Stephen Malkmus, Pig Lib es un disco de banda; hay cantidad de pasajes instrumentales, y mucha expresividad en su interpretación. Además, algo que me encanta, es lo minimalista que es, y el buen gusto con el que está tocado y producido. En él, los momentos de bella sencillez (como “Ramp of Death”) y los momentos épicos que a uno le hacen saltar del asiento (como en “1% of one”) conviven de manera natural.

A día de hoy, me gustan todos y cada de uno de los álbumes de Pavement (la banda de Stephen Malkmus entre los años 1989 y 1999), así como los de Stephen Malkmus en solitario. Creo, sencillamente, que este señor es un genio. El hecho de que no haya entrado en el circuito del mainstream es simplemente porque él no hace canciones para radios: hace buena música, sin concesiones. No le preocupa que las canciones sean “redondas”. Pig Lib es un genial ejemplo de canciones hermosas que no utilizan las típicas fórmulas de estrofa-estribillo-estrofa-estribillo-puente-estribillodoble-fadeout. Es perfectamente aceptable que haya gente que no llegue a entender esto, y lo respeto. Pero lo que no respeto es que esas personas se hagan llamar “críticos musicales”, y se les suponga ducho en estos menesteres.

Creo que uno de los mayores enfados de mi vida lo cogí tras leer una crítica de Pig Lib en internet, donde cierto señor “crítico musical” decía que Stephen Malkmus había perdido toda capacidad de hacer canciones “redondas”, y por ello trataba de llenar su vacío de inspiración con interminables pasajes musicales que no conducían a ninguna parte. Sin embargo, es muy probable que lo que le aburriese a este señor es que dichos pasajes instrumentales no condujesen al archiconocido estribillo doble que precede al fade out con el que termina el tema, dejando así su duración total en 3 minutos 15 segundos, que es perfecto para su radiación en medios. Y es que, a veces, las miras de estos señores “críticos” son especialmente estrechas.

Personalmente, soy de la opinión de que una crítica musical sólo debería hacerse si se sabe de lo que se está hablando, y se entiende el género que se critica, así como la intención de sus autores. La intención de Stephen Malkmus no era la de hacer canciones redondas cuando se puso a grabar temas de más de nueve minutos como “1% of One”, y obviamente no introdujo tamaños pasajes instrumentales simplemente porque no se le ocurriese nada mejor con lo que rellenar el hueco que quedaba entre estrofa y estrofa. Sin embargo, la visión harto limitada del susodicho señor “crítico musical” pasó este detalle por alto, y no estando satisfecho con ello, tuvo que publicarlo en internet para que alguien como yo lo leyera y se sintiera profundamente indignado. Juro que en ese momento, hubiera apuntado su dirección y me hubiese presentado en su casa sólo para darle una colleja.

Es de saber popular que muchos de los críticos musicales son músicos frustrados, personas que les hubiera gustado subirse a un escenario y hacer eso que ellos “critican”, pero carecieron del talento o la constancia para llevarlo a cabo. Este dato, sin embargo, no debería resultar negativo: en mayor o menor medida, todos somos frustrados en algo que quisimos pero no pudimos hacer, y entonces eso nos condujo a donde estamos ahora, a las personas que somos, y a lo que nos dedicamos. Por eso mismo, no deberíamos juzgar tan a la ligera el trabajo de los demás sin haberlo digerido antes. Entiendo el hecho de que tenga que haber críticos musicales porque así lo requiere la prensa musical, y aprecio mucho cuando muestran una actitud de respeto hacia el objeto de su trabajo, concuerde o no con sus gustos personales. Un disco puede ser bueno y no gustarte, y viceversa. Evidentemente, hay muchas maneras de medir la calidad de un trabajo, y su valoración siempre será muy subjetiva. A pesar de ello, conocer el género que se se está tratando ayuda bastante a establecer un baremo adecuado.

Lamentablemente, estos críticos que sólo gustan de canciones “redondas” no van a saber apreciar una buena parte de la música que les llegue, porque, sorprendentemente, no todos los músicos andamos buscando composiciones redondas. A muchos de nosotros nos gustan mucho las esquinas.

domingo, 10 de febrero de 2008

¿Conocen ustedes este disco?

La primera vez que escuché a Soundgarden fue tocando -sin saberlo- canciones de este disco. Allá por mediados de los años 90, cuando yo acababa de sustituir la raqueta con la que emulaba las canciones de mis artistas favoritos por la guitarra española de mi madre, mi hermano mayor, que entonces tendría unos 18 años, andaba absolutamente flipado con este grupo. Así que un día me propuso coger la guitarra e improvisar cualquier cosa, mientras él, con las letras de Superunknown, cantaba encima de cualquier manera. La mediana de la familia, mi hermana Celia, que también andaba por allí, no tuvo mejor idea que poner nuestro viejo radio-cassette a grabar sin que ni José Juan ni yo nos diésemos cuenta. Como era de esperar, el resultado musical de todo aquello dejaba bastante que desear, y la sorpresa al oir la grabación en la comida del día siguiente no fue del todo agradable.

Lamentablemente, la cinta donde se grabó todo aquello está desparecida a día de hoy. Quizá alguno de los tres grabase algo encima sin darse cuenta, o quizá haya sido extraviada convenientemente por mi hermano. Es una pena, porque me hubiese encantado ponérsela y echarnos unas buenas risas a nuestra costa.

Por aquel entonces, recuerdo que Soundgarden me gustaba –como a cualquier hermano pequeño le gusta todo lo que su hermano mayor escucha- pero tampoco me llamaba la atención especialmente. No fue hasta varios años más tarde, ya en 1999, cuando Javi (Havalina) y yo comenzamos a intercambiar música, y él me prestó el susodicho disco, que yo pirateé convenientemente en un cassette, con su portada y todo.Ese cassette dio vueltas y vueltas, y creo que llegué a escucharlo cientos de veces. También me compré el Badmotorfinger, disco anterior a éste, y, en definitva, me hice con todos los demás discos de Soundgarden de un modo u otro. Sin embargo, ocurre habitualmente que uno va creciendo en cuanto a gustos musicales, y a lo largo de los años, fui dejando de lado un poco esa faceta más oscura, y adentrándome en terrenos menos duros musicalmente hablando.

Casualidad o no, desde que terminamos de grabar Junio a finales del año pasado, todas esas bandas de los 90, tan injustamente apartadas y pasadas de moda, han vuelto a mi cabeza. Soundgarden, Stone Temple Pilots, Alice in Chains, Rage Against the Machine, Pearl Jam... quizá sea que, harto de la frivolidad de gran parte de la música que ahora está de moda, he necesitado volver a aquellos días de mi adolescencia donde la música rock estaba llena de contenido, y no se limitaba al “yeah baby yeah, alright”, y a los ritmos bailones de bombo-charles-caja-charles.

Superunknown es, bajo mi humilde punto de vista, el mejor ejemplo de un gran disco lleno de temazos, bien producido, bien tocado, bien organizado, ameno a la escucha, y sobre todo, intenso. Soundgarden es una de las bandas de rock más grandes de la historia, una de las pocas que nos han hecho bailar con hits en compases irregulares, con ritmos altamente sincopados, y letras que a uno le ponen los pelos de punta. Es posible que este género no esté en alza en los tiempos que corren, pero la buena música nunca se olvida, y Soundgarden no será excepción.

Los 90 volverán. Al menos en cuanto a lo que a Havalina se refiere, estamos trabajando en ello.



martes, 5 de febrero de 2008

"El Rock de Madridesunamierda"

"...el pop es la respuesta"

Al menos eso dice un tema de "Los Guapos", grupo que ya conocía de nombre, pero que nunca había tenido la oportunidad de escuchar. En otro punto de la canción menciona algo así como que "el rock de Madrid fue en los ochenta". Aahh, los ochenta, los buenos viejos tiempos que ya nunca volverán... :P

Algo que me intriga es saber si nosotros (Havalina) estaríamos o no integrados dentro de ese "rock de mierda", o si más bien somos la "respuesta" en forma de pop. Nosotros nos sentimos, en cuerpo y alma, como una banda de rock: sudamos como una banda de rock (sobre todo yo), nos gusta la distorsión y últimamente abusamos del fuzz, nos gusta meter caña, y cuando nos piden que nombremos influencias, solemos nombrar grupos de lo que nosotros entendemos como rock.

A pesar de todo ello, la gente de los medios nos sigue metiendo en esa categoría de música "pop". Ayer mismo pudimos leer la entrevista publicada en Mondo Sonoro por Pilar Sanz -que, por cierto, está muy bien sintetizada y nos identificamos al 100% con todo lo que pone ahí, ¡gracias Pilar!- y nos llamó mucho la atención la afirmación de que "junio" es el salto definitivo en pos del pop hecho en castellano.

Por supuesto que son sólo etiquetas, y todo depende de qué entienda uno por música pop. Me imagino que la expresión "musica pop" debió ser en un origen una contracción de "música popular"; en cuyo caso, es algo con lo que creo que los tres nos identificamos plenamente. Sin embargo, uno no puede quitarse de la mente a todas esas bandas como "Los Guapos", que abanderan que ellos son el pop; ni hablar tiene esas otras míticas bandas de pop español de los grandes años 80 que, desde mi más profundo respeto por su obra, nunca fueron de mi agrado. Sólo por eso -para que no me metan en ese saco-, cuando me preguntan suelo contestar que mi banda es una banda de rock. Aunque quizá la realidad sea que sólo somos diferentes tipos de pop. Vaya usted a saber.

sábado, 2 de febrero de 2008

Cuando uno se ve en la pantalla

¿Nunca os ha pasado que os veis tremendamente extraños cada vez que veis una grabación de vídeo en la que aparecéis? ¿Y si además, salís haciendo playback, poniendo posturitas y maquillados hasta las trancas?


Pues eso fue exactamente lo que nos pasó a Javi y a mí ayer, mientras veíamos por primera vez el "pre-montaje" del videoclip de Havalina. Al menos, así fue durante el primer visionado. Curiosamente, el sentimiento fue evolucionando de manera positiva a medida que el videoclip iba avanzando. Y evolucionó más aún tras un segundo visionado. Y aún más tras el tercero... En el cuarto, al menos a mí, comenzó a entrarme una especie de sensación de orgullo, tanto propio como ajeno; orgullo propio porque me estaba empezando a dar cuenta de que el videoclip funcionaba, y que nosotros, visto desde fuera, molábamos bastante. Orgullo ajeno porque empezaba a darme cuenta del currazo bien hecho que se están pegando en "Eibol Producciones" (o sea, la productora que se encarga del clip) y de lo bien que están planteando las cosas para que, con un presupuesto mínimo, podamos disponer de un videoclip que presente a la banda, respete el contenido de la canción, amenice su escucha, y además otorgue un nuevo significado a la letra de la misma.

En definitiva, que ayer pudimos contemplar una aproximación de lo que va a ser el primer videoclip de la banda, después de tantos y tantos años de trayectoria, y creo que a todo el equipo que estaba allí (músicos, managers, socios del sello...) se nos dibujó una sonrisa en la cara, y nos invadió una sensación de optimismo que llevamos experimentando desde que empezamos a trabajar en ésta nuestra nueva obra.

El videoclip de "Noches sin Dormir" estará terminado en algo más de una semana. A partir de entonces, será emitido en algunos canales de televisión como FlyMusic (o al menos eso tengo entendido) y además, lo difundiremos todo lo posible a lo largo y ancho de la red. Es sólamente la punta del iceberg, la carta de presentación de todo lo que es Havalina, pero creemos que una presentación muy digna. Al menos en lo que a mí respecta, está bastante por encima de las expectativas que tenía. Espero vuestras opiniones una vez que el videoclip esté colgado por aquí ;-)

Un abrazo a todos/as.