lunes, 23 de junio de 2008

Onda Blu

Algunos aún nos preguntan porqué nos quitamos el "blu" del nombre. Pues bien, cansados ya de seguir dando cancha a esta absurda cortina de humo, he aquí la realidad del asunto. Visto que no ganábamos un duro con el negocio de la música, quisimos ampliar horizontes empresarialmente hablando, así que ni cortos ni perezosos fundamos un emporio de lavanderías con el fin de conquistar el mundo a base centrifugados. Utilizando nuestra misma tipografía de la época, creamos Onda Blu, una serie de establecimientos autoservicio de higiene textil especializados en quitar la guarrería del día siguiente a un concierto mediante el empleo de ácido sulfúrico entre los componentes de los detergentes. Como extensión de nuestra marca decidimos que en todas las franquicias sonara "Tom Says" en un loop interminable.
El negocio iba imparable, pronto teníamos más de 200 establecimientos por toda españa. Justo salía del concesionario de comprarme mi segundo Porsche cuando pensé "hey, ni recuerdo cuándo fue el último día que ensayamos". Nos dimos cuenta que el dinero estaba haciendo mella en nuestra vena creativa. Ya no queríamos ensayar ni sacar discos, se vivía muy bien siendo un nuevo rico como para estar dando interminables giras a lo largo de Híspalis. Total que al final, decidimos desvincularnos del proyecto, vendimos todas nuestras acciones y donamos todo el capital que habíamos acumulado a la Fundación Cañita Brava. Para poder efectuar esa separación totalmente, tuvimos que quitar el Blu del nombre del grupo.
Y así es que hoy en día, somos de nuevo pobres, escuchamos blues en nuestros sillones, y seguimos sacando discos; pero en algunos sitios, como en la calle Fuencarral, aún queda la prueba de lo que conseguimos fuera de la música.

martes, 17 de junio de 2008

Crónica: Miranda de Ebro y Zaragoza, de gira con Russian Red

A medida que damos conciertos vamos aprendiendo algunos trucos, o recursos, o aberraciones.

Este fin de semana de gira con Lourdes de Russian Red ha sido muy divertido, y las cosas han salido bien incluso cuando las circunstancias no nos eran favorables. En Miranda de Ebro nos enfrentamos a una sala demasiado grande, muchos problemas técnicos y un público poco predispuesto a dos conciertos de naturaleza opuesta pero complementaria, a saber, el pop-folk intimista de Russian, que abrió la noche, y el rock áspero de Havalina. Tras una opípara cena, entramos en una desierta Maquiavel sospechando que la maldición de Galicia seguía haciendo efecto sobre nosotros. -¡Ni aunque tocáramos con los Stones vendría gente!- menos mal que sentido del humor no nos falta. Al final la cosa se arregló, y unas 30/40 personas acudieron a la cita, y pese a que se trataba de una audiencia un tanto distante, la audición terminó en fiesta, con el público dando botes con nosotros tocando entre ellos. Es divertido esto de experimentar con la interacción, aunque hay que tener cuidado de que no se convierta en pantomima. Es un recurso que en una noche como esta, nos hizo salir a todos de la sala sintiendo que no habíamos dejado indiferente a nadie.
Después de más de una hora buscando el hotel, esa misma noche, aterrizamos en nuestras respectivas camas bastante cansados. Yo personalmente pasé una muy mala noche, que me pasó factura al día siguiente, pero que no me impidió despertar al resto de la banda (incluso a través de la pared de la habitación) al grito raphaelesco de ¡ACUERIooOOOoo! emulando el marcado acento de nuestro cantante jienense en su interpretación del clásico de Jesucristo Superstar. Ante tal llamada, la contestación de Manu en forma de mensaje multimedia no se hizo esperar, y merece ser reproducida en este blog. No apto para espíritus sensibles.


Hemos pensado que hay que pedir siempre la bebida así en cualquier bar. Ideas geniales nos sobran, ejem...
Después de desayunar en el hotel, los cuatro jinetes del apocalípsis (+1 invitada) partimos de nuevo rumbo a la Expo del Agua. Tuvimos una excelente comida en una terraza, y después la prueba en La Lata de Bombillas. Hay que decir que es una sala que suena excelentemente, que el técnico es muy agradable y profesional, y que hace un calor del carajo cuando se agolpa la cantidad de gente que se aglutinó allí tal día como el sábado.
Russian Red tiene mucho tirón, eso lo sabemos todos, y aquella noche pudimos comprobarlo otra vez más, incluso desde la prueba de sonido, en que llegaron media docena de rosas rojas a nombre de Lourdes.
No era nuestro público, pero era una audiencia respetuosa, atenta, y abrimos la noche con una interpretación limpia y efectiva. Disfrutamos mucho con cómo nos escuchábamos en el escenario, sudamos lo que no está escrito bajo docenas de bombillas que se iluminaban intercaladamente. Fue un buen concierto, elegante, de los mejores en cuanto a interpretación y sonido.
Después salió Russian Red, y era su noche. El público la mimó, y ella se dejó querer. Yo colaboré en un tema improvisando indescriptiblemente con un metalófono en You Text, y Alberto (Tulsa, Ringo) que nos visitó aquella noche, tocó la batería en una canción. Yo volví pronto al hotel, mi cuerpo no podía más. Antes de dormir, me tragué medio episodio de South Park en que aparecía el increíble Timmy, y por fín dormí en condiciones.

Al día siguiente vuelta a Madrid. Cada uno en su casa, e Iggy Pop en la de todos.

sábado, 7 de junio de 2008

Ou Yeah! Ou Yeah! Ou Yeah! (Crónica)

Antes de que los litros y litros de cerveza consumidos en estos días de Ou Yeah! acaben con mi memoria, quiero dejar constancia aquí, y en nombre de todos los havalinos, de lo bien que lo hemos pasado en el Ou Yeah! Festival, y de lo mucho que queremos al resto de la familia (Amigos Imaginarios, Vetusta Morla, y más recientemente Pájaro Sunrise, Zahara y Smile) y agradecemos su generosidad y compañerismo en todo el proceso.

No es habitual ver a tantas bandas trabajando juntas para sacar algo adelante, al margen de managers y discográficas, sobre todo si tenemos en cuenta que éstas bandas suelen trabajar con managers y discográficas. Ha sido un gran equipo que ha dado buenos frutos a lo largo de los años, pero en éste último año, los frutos han sido inmejorables.

Madrid funcionó muy bien. Sobre todo (tal y como era de esperar) en el primer día del festival, con un lleno total gracias a la impresionante actuación de Vetusta Morla. Zahara Eléctrica y Pájaro Sunrise también defendieron ampliamente su propuesta. Personalmente estuve como atento espectador a todos los conciertos, y la sensación que me quedó es que el nivel está muy alto. Luego sentí no poder quedarme a la fiesta post-concierto, pero mis obligaciones matinales al día siguiente me lo impedían.

Y al día siguiente, nos tocó el turno a los havalinos. Si bien es cierto que (de nuevo como era de esperar) no hubo ni la mitad de la mitad de la gente que hubo en el día anterior con Vetusta Morla, el ambiente fue igualmente bueno. Tras Smile y Amigos Imaginarios, nos tocaba cerrar la edición madrileña del Ou Yeah! a los havalinos. No puedo negar que sentí un ligero desánimo al ver la sala medio vacía (o medio llena, según se mire) pero sólo hizo falta una pequeña reunión en el camerino antes del concierto con Javi y Nahúm para ver con claridad que había que salir a darlo todo, sin importar las circunstancias. Y éso fue precisamente lo que hicimos. Técnicamente creemos que el concierto salió perfecto, y anímicamente estuvimos arriba todo el tiempo. Nuestra parte del trato estaba cumplida: hacer la mejor música que nos fuese posible, de la manera más honesta y sin concesiones, dar lo mejor de nosotros en cada minuto de la actuación, y sobre todo, no desesperar y nunca darnos por vencidos. Que la gente nos conozca y/o pague por ir a vernos, creo que excede nuestras humildes posibilidades. Igualmente, nosotros seguimos y seguiremos ahí, y poco a poco todo va creciendo. Muy poco a poco, sí, pero crece.

Por supuesto que después de tamaño derroche de energía sobre el escenario, y bien contentos con el resultado, había que celebrarlo. Así que un servidor llegó a casa a eso de las 8.30 de la mañana, después de haber cerrado el Wurlitzer Ballroom, y hasta de haber tomado el café de la mañana en compañía de esos extraños seres que madrugan para trabajar un jueves. Ay, la vida del músico, qué dura es :P

Y ahora, Granada...

Si grande fue el ou Yeah! en Madrid, entonces podríamos decir que el de Granada fue ENORME. Ambientazo como nunca, un público entregadísimo en todos y cada uno de los conciertos, y además, cumpleaños de Javi a las 0.00 de la noche, y 300 personas en la sala cantándole "Cumpleaños Feliz" tras la felicitación en público de Pucho (Vetusta Morla). La cara que puso Javi es algo que no se puede comprar de ninguna otra forma.

Algo muy a destacar de La Telonera (la sala en la que se celebraba el festival) es su excelente sonido, y su más que excelente técnico de sonido, que se mostró involucrado durante todo el festival, y dio lo mejor de sí mismo. También tuvimos un catering espectacular a cargo de los organizadores del festival, que ayudó a pasar la noche a más de uno ;-)

Los conciertos fueron todos memorables. Las cuatro bandas salimos del escenario con la sensación de haberlo hecho francamente bien. En primer lugar, Zahara Eléctrica, esta vez delante de su público, que coreaba sus canciones. En segundo lugar, Amigos Imaginarios: les he visto muchas veces tocar, y más veces aún he tocado yo con ellos, y puedo asegurar que éste ha sido uno de sus mejores conciertos hasta la fecha. En tercer lugar, Vetusta Morla: enormes. Hay poco más que pueda decir al respecto de una banda que nos infunde a todos tanto respeto, por su buen hacer, el trabajo durísimo a lo largo de sus casi 10 años de trayectoría y sobre todo por eso que crean en cada directo y que contagia a todo el mundo, y ha hecho que a día de hoy estén dando tanto que hablar y tan bueno.

Y luego, el papelón de subir al escenario después de los vetustos: fue a parar a nosotros. De nuevo nos reunimos en el camerino unos minutos antes de salir a tocar, y tras juntar nuestras manos en un saludo que viene siendo ya habitual en los bolos de Havalina, vitoreamos esta vez en dos ocasiones el nombre de David Hasselhoff. Y la gracia de David Hasselhoff cayó sobre nosotros.

El hecho de tocar después de Vetusta Morla es un reto para cualquier banda, y creo que nosotros lo asumimos de la mejor manera posible: como una suerte de posible superación, y nunca como un problema. Y así fue que salimos a darlo todo, todo, todo. Y cuando digo todo quiero decir TODO. Por nuestra parte no quedó nada sin dar aquella noche. Yo ya estaba taquicárdico y completamente sudado en la tercera canción, pero igualmente, aquello continuó hasta la extenuación, que vino tras el último acorde de "I wanna be your Dog" de Iggy Pop, rebautizada para aquel día como "I wanna be OU YEAH". Allí estábamos todos los ou yeahs de la sala, subidos al escenario, unos haciendo el perro, otros gritando, otros golpeando lo primero que se les ponía a su alcance. A mí incluso alguien me puso una correa al cuello. Y el público respondió, ¡sí señores! Aquello fue un delirio tremendo, algo profundamente sensual, sexual y evocador, algo así como un gran OUUUU YEEEAHH! que nos envolvió a todos; tanto que algunos aparecimos a la mañana siguiente en nuestras casas de colegas/hoteles a eso de las 9 de la mañana :)

En conclusión: que ha sido una experiencia irrepetible, pero que queremos repetir. Desde aquí quiero mandar un abrazo muy grande y muy fuerte a todos y cada uno de los miembros de la familia Ou Yeah! y agradeceros a todos los asistentes vuestro apoyo al festival. ¡Espero ver muchas camisetas Ou Yeah por los bares!


El cumpleañero, fotografiado por Guillermo Galván (Vetusta Morla)